Sobre la Educación Prenatal
La educación prenatal es un concepto de cuidar a su bebé antes
de la concepción, en la concepción, durante el embarazo y
durante el nacimiento.
¡Muchos descubrimientos sobre la complejidad de la vida de un
bebé en el vientre en las últimas décadas son simplemente
asombrosos!
Aunque cuenta con poca existencia, un bebé ya tiene una gran
conciencia y sensibilidad. Investigaciones en los campos de la
medicina, la neurobiología, la epigenética, la fisiología y la
psicología confirman la influencia de los entornos fisicos,
emocionales, mentales y espirituales para el crecimiento óptimo
de mamá y bebé.
Cuando una mujer está embarazada, sus experiencias físicas,
emocionales y psicológicas resultan en información que ella
comparte con su bebé a través de la bioquímica de su sangre, y el
material genético del bebé se organiza en consecuencia,
convirtiéndose en la base de su desarrollo físico y mental. Esta
información se registra en cada una de las células y órganos del
bebé y estos recuerdos o impresiones se convierten en
programas que tienen un impacto de por vida en la mente y el
carácter del niño. Incluso la capacidad para el amor propio, el
amor por los demás y por el mundo que nos rodea, se arraiga en
este período inicial. Es por eso que la educación comienza incluso
antes de la concepción, desde el momento en que una pareja
comienza a desear y planificar la llegada de un bebé, y esa es la
base de la educación prenatal.
Concepción consciente
El proceso de dar la bienvenida a una nueva vida,comienza incluso
antes de la concepción. De hecho, un embarazo deseado comienza con
un pensamiento compartido, un sentimiento, un deseo mutuo de
tener un hijo. Desde el momento en que comenzamos a visualizar esa
posibilidad, nuestra mente, energía cósmica y la fuerza vital de la
naturaleza convergen hacia la creación de este evento único en
nuestras vidas.
En la concepción, los genes de la madre y el padre se transmiten a la
primera célula de su bebé, que se convierte en la base del nuevo
cuerpo físico. Sin embargo, la ciencia de la epigenética revela que
desde la concepción en adelante, algunos de estos genes pueden ser
silenciados y otros activados o incluso modificados, según la vida
mental de la madre, cómo se percibe a sí misma y cómo reacciona al
mundo.
Cuando un niño es concebido conscientemente, con amor y armonía,
se origina un excelente patrón fractal, que presidirá toda la formación
del bebé. ¡Desde este primer paso, las primeras membranas celulares
tendrán más receptores de la hormona del crecimiento que
proporcionan un desarrollo óptimo en el útero!
El embarazo desde la perspectiva del bebé
Sabemos que la forma en que tratamos a nuestros bebés y niños
pequeños tendrá un impacto en sus vidas más adelante y en la forma
en que se desarrollan física, emocional e intelectualmente. También
sabemos que tanto los padres como los familiares cercanos son claves
en su comportamiento social. Hoy en día, la investigación científica
muestra que los bebés por nacer son tan vulnerables a su entorno
dentro del vientre como lo estarán fuera del útero, porque los bebés por nacer
ya son seres conscientes y sensibles.
Ahora la epigenética puede confirmar que no somos simplemente
víctimas de nuestro trasfondo genético, y que los genes no se activan
al azar, sino que se activan o desactivan mediante desencadenantes
externos. Estos desencadenantes pueden ser nutricionales,
ambientales (por ejemplo, toxinas) o emocionales (una experiencia
buena o mala). Más aún, ¡este impacto ambiental puede llevar a una
modificación definitiva de un gen!
Durante el embarazo, el bebé siente si es amado o no. Las hormonas
de la madre afectan la bioquímica del bebé, creando en él los mismos
sentimientos que los de ella. Un bebé por nacer necesita sentirse
conectado, aceptado y amado.
El embarazo desde la perspectiva de la madre
¡El embarazo es uno de los viajes más profundos y transformadores
que una mujer jamás conocerá! Las mujeres son responsables de
contribuir positivamente e inspirar a la próxima generación y, en el
mundo actual. Generalmente se encuentran entre dos caminos
contrarios: ser una mujer profesional exitosa, poner todos sus
esfuerzos en su trabajo y proyectos, o ser una " madre perfecta", que
nutre y da cariño. La realidad de la vida puede estar muy lejos de una
vida equilibrada y armoniosa.
Una vez que una mujer está informada y educada sobre el tremendo
papel que tiene en la configuración del desarrollo de su bebé, se
vuelve capaz de tomar decisiones informadas, se siente empoderada y
reconectada con su esencia creativa y transformadora, para
redescubrir la fuerza dormida del amor maternal, manteniendo la
calma en la turbulencia, coraje en la adversidad y serenidad en una vida
desequilibrada.
Ahora podemos comprender la importancia de cómo la madre se cuida
tanto física como emocionalmente y cómo sus experiencias y
sentimientos moldean el desarrollo físico y psicológico de su bebé.
El embarazo desde la perspectiva del padre
El embarazo no es sólo un momento para el desarrollo del bebé, sino
también para el viaje de transformación de una madre y un padre.
El padre es el protector del entorno en el que la madre está realizando
una tarea grandiosa y extraordinaria. Esperemos que sea un
compañero cariñoso y una inspiración para ella y su hijo o hija, con sus
pensamientos, afecto y atención.
Lo ideal sería que se esforzara por dejar de lado sus ansiedades, dar su
apoyo, estar presente y expresar su alegría por este asombroso viaje
compartido. Estos momentos transmitirán a todos sentimientos
profundos de seguridad, que son los cimientos de la inteligencia
emocional y social de su hijo.
La Labor y el Parto
Para muchas mujeres, el miedo a experimentar el parto puede ser
abrumador hasta el punto de que prefieren no hablar de ello. Cuando
se acerca el nacimiento se dan cuenta que no se sienten preparadas.
Es probable que quieran aferrarse y controlar lo conocido en sus vidas
lo más tiempo posible.
Una de las caracteríscas del parto natural es su patrón rítmico:
aceleración y desaceleración, las contracciones uterinas aumentan y
disminuyen de intensidad, al igual que las olas rítmicas de un océano.
El cuerpo de la madre reacciona de manera instintiva ante la
incomodidad o el dolor, pero también puede verse influenciado por su
intención voluntaria, especialmente cuando se utilizan recursos como
la respiración consciente y la libertad de movimiento. De esta forma
puede dar una respuesta más adecuada a su propio bienestar y al de
su bebé. Una madre en el parto debe sentirse siempre segura y
cómoda, desinhibida para expresarse como le gusta con las palabras
que quiera, adoptar posiciones fisiológicas y seguir su propia intuición.
El parto es una huella poderosa que permanece con nosotros durante
toda la vida e influye en la forma en que manejamos nuestras
decisiones. Debemos hacer todo lo posible para que esta experiencia
sea respetuosa y amorosa tanto para la madre como para el bebé.
Recuerdos de la vida prenatal (niños y adultos)
Investigadores japoneses de recuerdos prenatales como el Dr. Akira
Ikegawa y el Dr. Masayuki Ohkado, así como otros invesgadores
internacionales audaces y de mente abierta, nos desatan a redescubrir
nuestra conciencia sentiente que se origina en nuestra vida prenatal.
Los bebés a partir de los 3 y 4 años recuerdan su tiempo desde la
concepción hasta el embarazo. Los niños provienen de un lugar
originario de comprensión y conciencia, pero lamentablemente la vida
convencional con todas sus costumbres y juicios, a menudo suprime
su conocimiento prístino. Recuerdos prenatales encajan en una
comprensión más ilustrada y menos reduccionista de la fisiología y la
psicología humana.